jueves, 30 de junio de 2011

Bienvenidos al balcón de Betty





















Queridos amigos:



A partir del día de hoy compartiré reflexiones personales, experiencias, noticias y lecturas relacionadas con la salud holística (cuerpo, mente y alma) integrados como un todo, los llevaré a pasear conmigo a donde quiera que vaya, les compartiré noticias y experiencias del uso de técnicas de Medicina complementaria o integrativa y podrán asomarse cuando así lo deseen, para ver el mundo desde mi balcón. Les compartiré material para reflexionar y crecer espiritualmente cada uno a su propio paso, ritmo y deseo.

Este es un momento especial pues me encuentro en Montreal por primera vez, una ciudad muy bella de tipo europea y con un clima delicioso (por lo menos durante el verano) pues el invierno según me cuentan es muy duro, habrá algunos que dirán "!Qué padre!¡qué linda la nieve!" pero los invito a lidiar un par de semanas caminando por las calles llenas de nieve o peor aún hielo y con el aire golpeando duro en la cara congelada mientras resbalan algunas lagrimitas por el rostro y ni les digo si tuvieran que palear la nieve para poder sacar su carro de la cochera. Creo que por esto aquí disfrutan tanto el verano, mientras camino he escuchado a la gente cómo comenta con gran alegría "Hoy va a salir el sol" y en un dos por tres corren todos a los parques, los balcones, los cafecitos, las banquetas de las calles a recibir los rayos del sol, de los cuales nosotros en México y especialmente en Monterrey no sabemos cómo escondernos, por momento quisiéramos encerrarnos en el refri, por eso dicen por ahí que "nunca estamos contentos con lo que tenemos"


Esta vez y para iniciar los llevaré conmigo por Montreal. La ventaja que ustedes tendrán es que no van a necesitar visa, la cual no es que sea la gran odisea obtenerla aunque cuesta "una lanita" pero ¿a quién de ustedes les gusta el papeleo? conseguir tal y cual carta y las copias etc etc. ¡Ni modo! por muchos años fuimos invitados a pasar a la casa de los canadienses con solo nuestro pasaporte mexicano pero como suele ocurrir parece que empezamos a abusar de su hospitalidad y los inundamos con miles de solicitudes de asilo (no todas con razones ciertas o reales) y nos cerraron la puerta, ellos también están pagando las consecuencias pues les ha disminuido el turismo "grueso" pues ya ven que los mexicanos nos pintamos solos para viajar por USA, Canada y otros países con todo y "la crisis económica" eterna en la que vivimos o eso nos dicen.

Regresemos a Montreal, ya tenemos los boletos nos vamos por la ciudad de México por Aeroméxico (luego hablaré de ellos) la idea es no pasar por USA donde te revisan hasta "los malos pensamientos" ya lo único que falta es que te hagan el Papanicolau, además de la forma en que te hablan y te miran (generalmente) parece que fueras a "pedirles fiado", a veces me les quedo mirando esperando a ver en qué momento empiezan a ladrar, se les olvida que los mexicanos van y les dejan bastantes ingresos. Pero en fin olvidemos a los gringos por un momento no sin antes hacer la aclaración que no todos se comportan así "Hay de todo en la viña del señor"


En cuánto a Aeroméxico aaagggghhh!! cambian las salidas de los vuelos como quieren, cancelan, cambian de puerta de salida tal vez es una forma de mantenerte entretenido y que se te pasen rápido los tiempos de espera por los retrasos. Te avisan que vas a salir por tal salida allá vas arrastrando tus bultos (me refiero al equipaje que no documentaste, no piensen mal) te acomodas lo mejor que puedes en tu asiento no pasa ni media hora y de pura casualidad te asomas a la pantalla de las salidas, resulta que tu vuelo ya lo cambiaron de puerta allá vas corriendo y repites el procedimiento y así te traen hasta que sale un anuncio donde te dice que tu vuelo está retrasado, si bien te va una dos horas.



En fin no se preocupen finalmente ya estamos en nuestros asientos y el vuelo transcurre sin contratiempos. Avanzamos corriendo todos adormilados, ésa obsesión que tenemos de ser los primeros de la fila, no importa que vayamos de vacaciones y se trate de que estemos relajados y tomemos las cosas con tranquilidad, al salir a la gran sala de la aduana me detuve en seco había cientos de personas de todas razas, colores y parecía la torre de Babel se escuchaban una gran variedad de lenguas pensé "a este paso cuando llegue con el oficial seguro ya se me acabaron los días de vacaciones" afortunadamente me equivoqué en no mucho tiempo ya estaba frente al jovencito oficial de la aduana que fue muy amable, otra gran diferencia con los aduanales de USA, con quienes tienes que estar "aleccionado" cuando te pregunten algo solo contesta en monosílabos "Sí" o "No" no trates de elaborar, no trates de explicar, entre más les dices, más te preguntan, aquí no pasa éso solo me preguntó el motivo de mi visita y sin más en menos de 15 segundos me selló mi pasaporte y me dijo "Bienvenida" pensé "definitivamente tengo cara de gente decente" hasta hace un rato conversando con mi hijo caí en la cuenta de que el oficial de la aduana nunca me preguntó ¿cuántos días pensaba quedarme? corrí a checar mi pasaporte y solo está el sello de entrada por ningún lado dice cuando debo salir del país. Mi hijo dice que como mi visa es de 5 años puedo quedarme ese tiempo, la verdad lo dudo yo saldría corriendo antes de que llegue el invierno.

Al salir a la sala de espera del aeropuerto ya me esperaba Christian mi hijo, quienes tengan hijos viviendo lejos de ustedes entenderán la emoción, la alegría, el sentimiento de abrazar a tu hijo después de un tiempo largo.

Montreal me recibió lloviendo pero yo lo agradecí después de venir del caluroso Monterrey a mí la temperatura fresca y la lluvia me sabía a gloria. En ese momento recordé que es verdad cómo tu actitud y circunstancias te hacen ver las cosas en forma totalmente diferente si esto pasara en mi ciudad estaría "de nervios" pensando en si no habría inundaciones y las dificiultades del tráfico, sin embargo aquí yo miraba a través del cristal del carro el cielo nublado y las gotas de lluvia resbalando por el cristal. Recordé y empecé a cantar bajito "Raindrops keep falling on my head" jaja de a tiro nuevecita la canción.

Llegamos al apartamento que me reservó Christian y me encantó el barrio tranquilo a pesar de ser Mont Royal una calle relativamente principal con muchas tienditas y pequeños cafés y restaurantes. Casi inmediatamente salimos a caminar, con mi hijo no te queda otra más que caminar y caminar (lo cual agradezco) pues en casa es del automóvil al trabajo y luego a la casa, la única concesión que hizo conmigo fue caminar a mi ritmo el cual para sus estándares debe ser bastante lento me llevó hasta el Metro donde la gente es muy ordenada cuando va en las escaleras y para entrar y salir de los vagones, de nuevo todo en francés, mi hijo que ha empezado a aprender el idioma se desenvuelve bastante bien. Mientras viajamos en el metro y caminamos por el Mall que está bajo tierra me llama la atención de nuevo la diversidad de razas que existen aquí, parejas interraciales y también la forma de vestir no existe una forma relativamente uniforme o un cierto estilo más bien visten de todas las formas posibles, en las tiendas pasa lo mismo la ropa es bastante sencilla aunque los precios son altos para el bolsillo mexicano. A la hora del almuerzo fuimos a St. Viateur un lugar famoso de bagels cocinados en leña y con queso crema de todos los tipos posibles con salmón, tomates secos, hierbas, ajos etc realmente deliciosos (para quien seafan de los bagels) yo tambien pedí una sopa de lentejas.


Al día siguiente recorrimos las calles del área llamada Plateau que me recuerda mucho a las ciudades europeas a mediodía entramos a un pequeño restaurancito llamado Mont Royal localizado en la misma calle ahí pedí una ensalada con un salmón a la plancha y Christian pidió un platiilo típico de aquí llamado Poutine que es una mezcla de papas a la francesa, queso y una salsa espesa tipo gravy, sabe bien pero creo que es hipercalórico

El sábado por la noche fue el gran juego´de futbol México vs USA lo disfrutamos horrores más que si lo hubiéramos visto en el estadio, el bar Champs a donde fuimos estaba lleno a reventar con muchachos mexicanos que llevaban puesta su camiseta, la verde o la negra y varios de ellos llevaban muy orgullosos la bandera de México, lo cual me dio gusto que se sientan orgullosos de sus raíces, los primeros dos goles de USA nos cayeron como balde de agua fría pero tan pronto empezaron los goles de México fue la locura la gente brincaba, gritaba, pataleaba hubo un momento que pensé que el piso se podía venir abajo.


Al siguiente día Christian me llevó (caminando por supuesto) al viejo Montreal, a la Catedral de Notre Dame que me recordó a la iglesia del Sagrado Corazón en París por la calle fuera de Notre Dame hay personas que ofrecen paseos en carretas con caballos, al seguir caminando hay pequeñas callecitas con cafés en las banquetas adornadas con jardineras llenas de flores parece una postal de Florencia de ahí seguimos caminando hasta el barrio chino que es algo pequeño y de las mismas características de los barrios chinos de cualquier ciudad.


Otro día paseamos por la Pequeña Italia cerca está el mercado Jean Talon donde se venden vegetales y frutas de todo tipo, también hay un mercado latino donde me dice Christian encuentras casi todo lo que pudieras extrañar. De regreso a la calle de Mont Royal no se puede caminar por ahí sin llegar a alguna panadería francesa donde encuentras croissants, muffins y todos los pastelitos que puedas y quieras imaginarte. Un sitio que hay que visitar en Montreal es el oratorio de San José que fue construido gracias al empeño de un modesto sacerdote St André que tenía el poder de la sanación y su sueño era construir un templo para San José pero esto se convirtió en una gran construcción que incluso no ha sido terminada, desde el mirador del oratorio se puede ver a toda la ciudad de Montreal. Dentro de la iglesia que es impresionantemente grande donde se encuentran los restos de St André se percibe una paz y tranquilidad, hay una energía muy bonita que hace querer quedarte ahí un tiempo largo orando o meditando puedes ver a decenas de personas orando con mucha fe y pidiendo alguna gracia a St André y San José, algo que hacía mucho no veía fue personas subiendo de rodillas las decenas de escalones hasta el oratorio yo tenía entendido que la iglesia católica lo había prohibido pero al parecer aquí no aplica.De regreso llegamos a un restaurante Bieres and Company de un ambiente muy tranquilo con cerveza de la casa deliciosa, pedí la sopa del día, Christian me dice que estoy "obsesionada" con las sopas, más bien era una crema de zucchini deliciosa con rebanadas delgaditas de manzana verde, nunca había probado esta combinación la verdad super deliciosa y terminé con una ensalada de cuatro quesos.

Fuimos a un restaurante portugués Chez Doval que fue votado el número uno, según me dice mi experto en cocina particular o sea mi hijo Christian, pedí mi invariable sopa ahora de verduras, nos trajeron pan tostado con ajo y pan natural y aceitunas negras, pedimos cerveza clara Stella Artois muy buena y al centro Christian pidió mejillones, camarones con aceite de oliva y ajo, chorizo portugués y codornices asados realmente valió la pena pudimosprobar un poco de todo. La cortesía de los meseros en Montreal, aunque no son rudos no sonríen, a excepción de alguna mesera se nota la diferencia con nuestros meseros y meseras mexicanas por eso es que en muchos países nos reconocen por la amabilidad y se desviven en la atención al cliente.

En una de las caminatas disfrutando el delicioso clima de Montreal, está un poco nublado pero eso te permite caminar grandes distancias sin que te agobie el calor, noto que los canadieneses visten de todas formas y colores, muchos de shorts y camiseta de mangas corta o sin mangas, otros usan algún sweater o rompevientos, tienen un gran sistema de Metro y autobuses, además de un sistema donde por una cuota mensual pueden utilizar una bicicleta que las puedes encontrar en diferentes áreas de laciudad, toman su bicicleta alquilada se dirigen al lugar que planearon y regresan la bicileta en el área que les quede más cerca. Por eso veo que a diferencia nuestra una buena cantidad de personas no ven la necesidad de comprar un automóvil. Llegamos a un lugar con mesitas en la banqueta donde venden chocolate caliente, yo había visto este lugar un par de días antes y me había prometido ir a tomarme un chocolate, antes como era la hora del "lunch" pedimos un baguete con salmón, lechuga y tomate, ¡delicioso!

Fuimos al Mall subterráneo un par de veces, la verdad los precios meparecieron altos y tal vez porque no era mi plan comprar ropa solo compré algunos "souvenirs". Montreal es famoso por ser una de las ciudades del mundo con más restaurantes y en los que comimos generalmente me gustaron pero tengo que confesarles que la comida que más dusfruté fue una cena que me preparó mi chef particular, mi hijo Christian, me preparó unos camarones al ajillo y mejillones en una salsa deliciosa además de una ensalada, acompañadas de un vino delicioso argentino y de un baguete de ensueño. Ya les anunciaré cuando mi hijo abra su blog que estará dedicado a la cocina internacional, en especial la cocina de Hispanoamérica.


Bueno, como todas las cosas en la vida, todo tiene un ciclo, llegó el día del regreso, no voy a entrar en detalles lo difícil que son las despedidad de las gentes queridas, pero hay que quedarse con todo lo bueno del viaje quefue mucho y con la esperanza y seguridad de que aúnen ladistancia, en amor, espíritu te mantienes cerca de tus hijos.

Esperen reseñas con un giro totalmente diferente al de hoy. Los invito a "asomarse" cuanto quieran por el balcón de Betty.




































































Estos han sido días maravillosos donde he podido estar con mi hijo, conmigo misma sin contaminarme con noticias terribles, yo recomendaría ver los menos noticieros posibles aunque algunos dirán que es algo irresponsable no estar al día y no es que quiera cerrar los ojos a la realidad pero tenemos que darnos un descanso, respirar profundo, llenarnos de luz de la fuente en la que crean y transmitir esa luz a nuestros amigos, familia, vecinos, a nuestra ciudad, a nuestro ciudad. Nos han robado muchas cosas no permitamos que nos quiten la fe y la esperanza de que esto pasará y viviremos nosotros, nuestros niños, abuelitos y jóvenes como nos merecemos con alegría, con sueños con amor que para eso nos envió Dios.


































"De vez en cuando la vida toma conmigo café... y está tan bonita qué...da gusto verla! " JMS

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